JUSTICIA (Jorge Peláez)
De manera permanente la
Plataforma de Luchadores Sociales – Sobrevivientes de las Dictaduras, venimos
exigiendo a la Ministra de Justicia Cecilia Ayllon Quinteros y al propio
gobierno del Estado Plurinacional, SE
HAGA JUSTICIA con miles de víctimas de violencia política, cuyos
expedientes fueron ilegal y arbitrariamente descalificados, declarados
improcedentes y ejecutoriados por los funestos técnicos calificadores de la
CONREVIP y COMTECA.
El hecho de clamar justicia por
parte de los que fueron perseguidos, detenidos, torturados y exiliados a la
fuerza sin derecho a reclamo alguno durante dieciocho años de dictadura, pese a
haber demostrado con prueba legalmente válida y contundente su condición de
luchadores por la democracia contra el flagelo dictatorial, hasta ahora, no ha
significado ni merecido por parte del Gobierno atención alguna y más parece que
dicha palabra significa tan sólo un slogan callejero al que no se le quiere
reconocer su correcta interpretación y significado.
Dentro ese marco es menester
ilustrar a aquellos que desde el gobierno no entienden el profundo sentido
jurídico que encierra la palabra justicia, para indicarles que justicia
significa lo que es conforme a
derecho, como han sido conformes a derecho las pruebas aportadas por
6.622 peticionarios de Resarcimiento que en ningún momento fueron analizadas ni
consideradas por los mal llamados técnicos calificadores, quienes más bien,
obedeciendo órdenes, pidieron como pruebas certificados médicos-forenses de
violaciones perpetradas desde hace 47 años y durante los 18 años de dictadura,
testigos que avalen el agravante de tortura, presentación de visas de entrada y
salida de revolucionarios que salieron y entraron clandestinamente al país,
testigos que señalen el inicio y conclusión de la persecución y otros dislates,
que ocasionaron la nulidad de pleno derecho del proceso de calificación de los
expedientes que ahora pedimos sean revisados conforme lo establece la Ley 2640,
dentro de los marcos del ordenamiento legal vigente y de las disposiciones
normativas internacionales sobre derechos humanos.
Otro aspecto de suyo importante
que hace que no se nos dé importancia ni se escuchen nuestros reclamos en las
diferentes instancias de este Estado Plurinacional es que, la justicia como
tal, se sigue manejando como en anteriores gobiernos pero ya sin ningún tipo de
cuoteo político ya que, este gobierno, como tiene el control de todo el poder,
actúa según sus intereses contaminando a la Asamblea Legislativa y los
Tribunales de Justicia, donde se evidencia una indisimulada distorsión que
ocasiona un evidente retroceso de la justicia.
Lo precedente señalado, se
constata en el estancamiento de la aplicación del derecho en lo que fue la
consulta a los indígenas del tipnis y lo que es peor, se tuvo que soportar una
polémica elección de jueces que originaron un Justicia estigmatizada, máxime si
la mayoría del pueblo boliviano votó por el NO.
Todos los esfuerzos realizados
para dotar al sistema de justicia de independencia, institucionalidad y
transparencia fueron vanos, por el hecho de que innegablemente existe una
dependencia política que no oculta matices y se limita a cumplir directrices
del órgano ejecutivo.
La Comisión Andina de Juristas
señalo que Bolivia es percibida como injusta por la sociedad y el órgano
judicial es considerado corrupto.
Resultados de entrevistas sobre el particular dan el 93.7% a quienes
dicen que existe corrupción y el 81%
prefieren acudir a una conciliación extrajudicial. Existe desconfianza en el sistema y no se
experimentan cambios sustanciales.
En la memoria histórica que
pretendemos recuperar está el hecho de que la administración de justicia no
hace nada para imputar y condenar a los autores y cómplices de haber actuado
contra el pueblo boliviano durante 18 años de dictaduras (sólo están presos
Luis García Meza y Luis Arce Gómez) y haber cometido delitos de lesa humanidad
y pese a ello, ahora gozan de impunidad y caminan libremente por las calles de
nuestro país, sin que ninguna autoridad diga ni haga nada.
No debemos olvidar tampoco que el
juicio de responsabilidades iniciado por el cro. Marcelo Quiroga Santa Cruz, no
prosperó y fue Banzer quién lo sentenció y lo llevó a la muerte durante el
golpe de García Meza.
A tal extremo llega la impunidad
que, Mario Addet Zamora, se atreve a declarar que está orgulloso de haber
participado en la dictadura de Banzer, donde ejerció el cargo de Ministro de
gobierno y confesó sin sangre en la cara que no pudo cuantificar los muertos
¡claro! Era tal la cantidad.
En el caso Chaparina, los autores
intelectuales y materiales no están en la cárcel y se los premia más bien con
embajadas.
Juzgue la opinión pública sobre
lo dicho precedentemente y una esfuerzos con los que no claudicamos y
seguiremos luchando por la verdad y la justicia.
La Paz, Marzo del 2013
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