"¡LO ESTAN DECLARANDO SANTO AL DICTADOR!"
Por Victoria Aldunate Morales
.."¡ahora parece que en las dictaduras de Bolivia no hubo víctimas ni
violaciones, nada!", (Carmen Murillo, del Movimiento de Mujeres
"Libertad", organización integrante de la PLATAFORMA DE LUCHADORES
SOCIALES CONTRA LA IMPUNIDAD, POR LA JUSTICIA Y LA MEMORIA HISTÓRICA DEL PUEBLO
BOLIVIANO.
Entrevista a Carmen Murillo del Movimiento de Mujeres “Libertad”
“¡LO ESTÁN DECLARANDO SANTO AL DICTADOR!”
…”Y ahora que ya hemos vivido un largo periodo democrático y todos
pensábamos que este gobierno: “¡Ah sí, este gobierno va a enjuiciar a los
culpables!”… Nada… ¿Que el Estado Boliviano no tiene plata para los
resarcimientos…?... ¿Y por qué no se hacen los juicios?...
Carmen Murillo del Castillo fue presa política en la dictadura de Banzer
cuando tenía sólo 17 años. Hija de un empleado de un centro minero y una
maestra de escuela primaria, nació en Huanuni. El Ché, su lucha, sus sueños, su
muerte, la impactó y a los 15 años –en 1970- ya era elena, o sea
integrante del ELN (Ejército de Liberación Nacional). No seguía a un novio, a
un marido o a un enamorado, era convicción. “La lucha que dimos todas y todos
contra Banzer fue absolutamente desinteresada, no fue para recibir un pago, pero
eso no significa que el Estado no tenga la responsabilidad de hacer justicia
hoy”, afirma. Para ella: “En Bolivia, el poder se encuentra sesgado por
los intereses de gente que quiere poner un velo a la lucha del 70 e inclusive
del 80, y se quiere transmitir a la sociedad que la Historia comenzó con la Guerra
del Agua y lo demás… ¿qué habrá sido, no?... Hablan de 500 años, pero
invisibilizan el periodo en que se luchó contra las dictaduras para recuperar
la democracia!”…
¿Qué esperaban de este proceso?
Justicia. Juicio a los que participaron en la represión de las dictaduras,
lo que sería una enseñanza a la sociedad. Enseñaría que no se debe reprimir y
excluir a quienes piensan diferente. Que no se debe torturar para encontrar la
verdad, que no debe existir un poder que llegue a creerse tan dueño
absoluto de la verdad, que se crea con el derecho de eliminar “al otro”… ¿Pero
cómo enseñar eso, si ahora mismo, a nosotras y nosotros, nos están eliminando
con la indiferencia?…
¿Qué les dicen?
El Presidente Evo ha dicho públicamente: “¿Por qué me cobran a mí? Yo no
soy quien les ha torturado, quien les ha agredido”… Pero es su obligación
resolver la coyuntura histórica que le toca. Este gobierno lo ha enfocado como
que nosotros estuviéramos cobrando por la lucha realizada. ¡Las víctimas
no piden una limosna ni una paga! El resarcimiento es una obligación del Estado
con los ex presos y presas políticas, es una obligación con familiares de
víctimas, con exiliados y exiliadas porque el Estado causó todo esto: torturó,
encarceló, persiguió, desterró…
¿Y entonces este gobierno sería más justo que cualquiera?…
Sí. Pensábamos que la gente que está en el poder, lo iba a entender porque
muchos saben de esa lucha, pero prefieren negarla porque el caudillo los
echaría de un puntapié… La relación que existe entre esa gente y los caudillos
es muy triste, ya no pueden pelear por lo que piensan, pelean por mantenerse en
el cargo, por mantenerse en el puesto, por obtener más de lo que han obtenido,
por el favor del jefe, por aparecer con él…
¿Y cuál sería el objetivo de colocar un velo a la lucha antidictatorial?…
Yo también me he querido responder esa pregunta porque desconcierta ver que
algunos compañeros que están en el gobierno -que se dice de izquierda-,
compañeros que cuelgan afiches del Che en su oficina, que van con pines del Che
a todos lados, al mismo tiempo invisibilizan la lucha antidictatorial… ¿Qué
puede estar pasando?... Se podría imaginar que la intensión es dejar claro que
el indigenismo debe superar al marxismo y que la ideología liberadora debe
nacer del propio país y que, pues, el marxismo es una ideología foránea
porque la ha creado Marx, Lenin, Engels, Trotsky y otros que no son
bolivianos...
¿Es eso…?...
No digo que sea eso, digo podría imaginarse... Acá tenemos una cultura
valiosa, desde los tihauanacotas, los aymaras, quechuas, guaraníes, una
diversidad de naciones con formas de enfocar y ver la vida, y si fuese ese el
motivo, una diría: “¡No hay problema!”, y reflexionaríamos sobre esta
problemática y aportaríamos nuestros aprendizajes en la lucha, explicaríamos
cómo, siendo marxistas, materialistas, dialécticos –toda la diversidad que
también somos-, enfocamos el proceso de los pueblos originarios. Sería justo
que se discuta ideológicamente y se nos diga con respeto: “Miren compañeras y
compañeros ustedes se han entregado a esa lucha con entusiasmo y buena fé, sin
embargo, están equivocados”…
Pero…
Pero yo sospecho que hay algo más que no alcanzo a entender… No es correcto
que se den respuestas como que “El Estado boliviano no tiene dinero para
resarcir a las víctimas” y al mismo tiempo muestren como regalan canchas
deportivas, como extienden cheques a muchas instituciones para darles grandes o
pequeñas cosas para que los candidatos del MAS cosechen votos… Las inversiones
en el avión presidencial, en el satélite, desconciertan... Observamos todo esto
y decimos: ¡Debe haber otra razón! No es la razón ideológica indigenista
porque se habría planteado, no es la razón económica porque están gastando a
manos llenas… Hay entonces una razón oculta que no es digna de decirse...
¡¡”PROBAR” QUE FUISTE VIOLADA POR UNA DICTADURA!!
La Ley Nº 2640 incluye en uno de sus artículos la obligación de la víctima
de probar “su calidad de beneficiario…”…
O sea, por ejemplo: ¡probar que te violaron!...
Cualquier hecho resarcible que se solicite tiene que ser probado por la
víctima. La tortura, el exilio, la violación… Hay compañeras de mi organización
que debieron salir al exilio y un pasaporte con sello rojo que colocaba la
dictadura para identificarte como terrorista, comunista, de izquierda...
Esas compañeras destruyeron sus pasaportes, algunas se fueron a Chile y otras a
Argentina, y al poco tiempo hubo golpes también allá. No podían mostrar
pasaportes con sello rojo, era preferible decir: No tengo pasaporte...
¿Exiliados y mujeres violadas están en duda, entonces?
Y torturados en general. No aceptaron la solicitud del hecho resarcible de
exilio y en el caso de violaciones, definitivamente no aceptaron a nadie el
hecho de la violación porque después de 40 años no es posible demostrar que
fuiste violada. Y en el caso de tortura, lo mismo, a ninguna compañera
aceptaron el hecho resarcible de tortura porque no teníamos certificados
forenses, o algún certificado que diga cuántos días de impedimento provocó esa
tortura.
¿Y que han aceptado entonces?
¡Con una mezquindad admirable, han aceptado la detención! Se ha calificado
por días de prisión, y se ha tratado de que sean los menos días posibles.
Entonces si por ejemplo fuiste detenida en marzo, no te ponen el 1 de marzo, si
no el 30 de marzo, y si fuiste liberada en diciembre, te ponen que saliste el 1
de diciembre, no el 30 o el 15… Ahí se ve el espíritu de la política del
gobierno. Hemos investigado de dónde viene esa instrucción y viene desde la
presidencia… ¡Y es que no puede ser, lo están decretando santo al dictador!
Ahora parece que en las dictaduras de Bolivia no hubo víctimas, y las pocas
víctimas no son nada, son de macanitas, no hubo tortura, no hubo
violaciones, no hubo exilio, no hubo nada…
¿Qué pasó con la memoria
colectiva?
Tal vez las dictaduras en Bolivia fueron muy largas y traumáticas, todos
querían ocultar que alguna vez fueron de izquierda porque si bien ahorita
puedo hablar porque hay un gobierno democrático ¿qué me va pasar mañana cuando
venga otro?... Entonces mejor nos mantenemos callados. Inclusive me acuerdo
que una compañera de mi organización dijo: “Yo voy a testificar pero no quiero
dar mi nombre verdadero porque ni mi marido ni mis hijos saben que yo estuve en
las cárceles de la dictadura”… Como si hubiera hecho – realmente- algo malo…
Como una vergüenza…
Sí. Por otra parte, la dictadura de Banzer fue un golpe muy duro para la
izquierda, desmanteló las organizaciones guerrilleristas, se redujo mucho el
número de militantes de izquierda, fue una especie de bombardeo donde todo lo
edificado por la izquierda, se volteo. El golpe banzerista nos debilitó y más
tarde organizaciones de izquierda transaron con las dictaduras como por ejemplo
el MIR que pactó con el fascismo para coexistir, cogobernar y evitar todo
juicio, y cuando Marcelo Quiroga Santa Cruz intentó hacer ese juicio, lo
asesinó el siguiente dictador, García Mesa.
¿Quién hizo la Ley 2640?
Se redactó en el gobierno de Sánchez de Losada y se promulgó en el Gobierno
de Carlos Mesa. En la comisión hubo gente del partido de Banzer, el dictador, y
gente de izquierda… No sé si hubo mujeres en la redacción de esta ley, pero si
hubo, no les importó ser mujeres porque no se hace hincapié en la violación de
las mujeres como parte de la tortura.
Pero se podría haber modificado…
¡Con seguridad! El gobierno actual hizo muchas modificaciones: el
presupuesto para la gente que hacía las calificaciones, la composición de la
comisión calificadora, los plazos. Cerca de cuatro enmiendas, pero no hubo interés
suficiente como para enmendar lo sustancial. Nosotras –y los compañeros- nos
habíamos propuesto que representantes de las víctimas también participaran y no
sólo gente del gobierno, porque igualmente, hoy, representan al Estado, que fue
en otro periodo, el poder victimador... Pero no nos aceptaron.
¿Con todo esto qué pasa con la salud mental de las mujeres torturadas?
La Ley 2640 prometía atención médica y psicológica gratuita, pero no se
cumplió. Hay compañeras que han acabado en el alcoholismo, otras, cuyos traumas
se han manifestado en la elección de una pareja que, prácticamente, reproduce
la tortura, el maltrato, la degradación que sufrieron con sus torturadores...
Es muy duro… Hay el caso de una compañera que el esposo, sabiendo que ella
estaba detenida, le hizo una demanda por abandono de hogar, la sentencia salió
contra ella, los declararon divorciados y él, claro, no le tenía que dar nada,
ni pagar pensión, ni nada. El tipo al otro día se casó con otra… Muchas han
sufrido también grandes culpas por el abandono a sus hijos e hijas a causa del
encarcelamiento...
Cuando salió de la cárcel, Carmen estudió Filosofía, trabajó como docente
en la Universidad, pero con el golpe de García Mesa quedó cesante y buscó otras
alternativas de sobrevivencia “porque ya tenía una hijita”. Estudió
administración de empresas y hoy trabaja en el sector privado. Es la
vicepresidenta del Movimiento de Mujeres Libertad, también se ocupa de
editar los documentos de la Organización como el Libro “LIBRES! Testimonio de
mujeres víctimas de las dictaduras”*, que contiene cerca de 30 testimonios de
mujeres presas políticas de las dictaduras en Bolivia entre los años 1971
(Banzer) y 1981 (García Meza).
Mujeres “Libertad” es parte de la Plataforma de Luchadores Sociales que
lleva casi 7 meses en Vigilia en carpas frente Instituciones de Gobierno como
el Ministerio de Justicia y el Vice Ministerio de Igualdad de Oportunidades, en
el mismo Prado (avenida principal del centro de La Paz). Carmen subraya:
“Muchos de nuestros compañeros ya están en la tercera edad y siguen resistiendo
en la Vigilia… ¡y qué insensibilidad, pareciera que el Gobierno está apostando
a derrotarnos con la indiferencia!
*“LIBRES! Testimonio de mujeres víctimas de las dictaduras”. Movimiento de
Mujeres Libertad. Ed. Plural. La Paz 2010.
Ultima modificación el Sábado, 20 de Octubre de 2012 19:38
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